Uñas siempre perfectas

¡Buenos días Panditas! Y feliz sábado, que ya tocaba.

Hoy os traigo un post sobre cómo cuido mis uñas y cómo las pinto. He de poneros en antecedentes. Resulta que yo hasta hace unos años me mordía las uñas cuando tenía ansiedad o estrés, y cuando decidí que ya era mayorcita, la manera en la que dejé la «adicción» fue cuidándomelas muchísimo. Me las pintaba siempre (al principio de tonos claros hasta que fui adquiriendo confianza) y siempre las llevaba impecables. Todo lo que era posible, claro.

Total, que me convertí en una Doña Mari, que no puede irse de viaje sin su esmalte y su kit de manicura. Pero, ¿queréis saber que es imprescindible y necesario para mí? Pues seguid leyendo 😉

Bueno, lo primero es que después de tantos años machacando literalmente mis uñas, cuando las intentaba dejar crecer se me partían por las esquinas siempre y tenía que cortarlas y limarlas, y nunca podía llevarlas ni mínimamente largas. Así que un día, decidí que había llegado el momento de probar algo nuevo, y para mí, ha sido la panacea. Hablo de la base de Essie Grow Stronger. Es una base para debajo de nuestro esmalte de color transparente, que desde la primera aplicación hace que nuestras uñas no se rompan. Yo quedé alucinada, lo prometo.

Desde entonces puedo dejar crecer mis uñas, que es lo que necesitan para adoptar una forma bonita, ya que cuando las muerdes se deforman. ¿Qué es también super importante? Cuidar las cutículas. Yo no las quito ni las corto, ni me lo han hecho nunca. Con un palito de naranjo, retiro la piel hacia atrás con la ayuda de este aceite. Es de Obey Your Body y viene en un envase muy cuco, con una bolita para aplicarlo, pero básicamente es aceite de Jojoba.

También es fundamental crear una superficie lisa para nuestras uñas. Para ello usaremos una de estas limas de varias caras con las que conseguimos un espacio pulido para trabajar. Esta es de Obey Your Body también porque venía todo en un kit que mi madre me regaló por navidades (Gracias mamá).

En el paso anterior hablábamos del palito de naranjo, y para las que no sepáis qué es, pues es esto. Un palito de madera que suele llevar un extremo puntiagudo y otro plano para poder mover las cutículas. Además, también debemos tener en cuenta con qué herramienta limamos nuestras uñas. Yo normalmente uso una lima de cristal, pero se me ha roto y en su lugar, uso una de cartón. ATENCIÓN A NAVEGANTES: es muy importante tener en cuenta que dependiendo de material del que esté hecha nuestra lima, abrirá más o menos las capas de nuestra uña. Las más «saludables» son las de cristal, después las de cartón y después las de metal.

Ya deberíamos tener las uñas estupendas, pero ¿por qué no darle un poco de color al asunto? Como os he dicho, no hay día que no lleve las uñas pintadas, y por ello tengo unos cuantos esmaltes…

Estos son todos. O casi… Ahora os explico por qué. Los tengo de todos los colores, acabados y marcas. Desde Essence, pasando por Kiko, Essie, Opi, e incluso llegando a YSL. Por ello creo que tengo criterio para deciros lo siguiente: la mayoría de los esmaltes dan asco. No pasaba un día sin que me tuviera que retocar al menos una uña. Que si se le saltaba el color a la esquina, que si se había rayado, estropeado o volatilizado. El hecho es que para mí se convirtió en una esclavitud. Y decidí que no me compraba ni uno más, que todos daban el mismo asco y me solucionaban lo mismo, o sea nada.

Hasta que un día decidí invertir la friolera de casi 15 euros en un esmalte. Pero este sí que sí merece la pena. Son los esmaltes de OPI, el de la foto en concreto es Suzi’s Hungary Again! (qué nombres más cuquis, jaja). Sin retoques me duran fácilmente 4 días impecables. Yo soy una persona que se toca mucho las manos y las uñas (por mala costumbre y por no llevármelas a la boca como antaño), por lo que a mí los esmaltes me duran el mínimo, y esta marca me ha dejado impresionada. Palabrita de Panda coqueto. Sólo tengo dos por el precio, éste y el negro. Pero prefiero tener sólo dos y buenos, que la caja de arriba a rebosar y de los que no uso ni uno.

Otra solución para mis manicuras fue descubrir la manicura semi permanente. El esmaltado gel en casa para mí fue un descubrimiento. Yo uso este kit de Gellack que me va estupendamente. Deja las uñas con un brillo y un color espectacular. El kit en Primor vale unos 35€ y a mí me ha ido muy bien.

Lacas para manicura en gel tengo 5 o 6 creo, pero os quería enseñar dos colores super de tendencia y que son mis preferidos para ahora, para la primavera. Son el Baby Pink y el Lilac. No tienen más misterio. Son tonos pastel pero de unos colores que son una cucada.

Y esto ha sido todo por hoy panditas, espero que os haya sido útil y que os haya hecho pasar un rato agradable 🙂

¡Besitos y nos vemos en la red!

L.